Nació en Málaga el 10 de abril de 1908. Hijo de una familia humilde vino al mundo en una Andalucía donde habitaba la pobreza, los terratenientes, el clero de la época, la superstición... En el centenario del nacimiento de Miguel Frías de Molina y coincidiendo con la Feria de Abril, Madrid celebra en estos días una exposición que recorre su vida, su obra y su querer. Miguel de Molina, inventor de la copla, malagueño olvidado en el polvoriento rincón de la memoria; Miguel de Molina, aquel Federico García Lorca apócrifo, aquel genio, apaleado por los correajes del puño y las pistolas, que se atrevió a plantar cara a doña Concha Piquer y a su baúl cuartelero de generales fascistas.
No ha mal que cien años dure. A finales de 1992 a los 84 años, residiendo en Argentina el rey Juan Carlos I le otorgó, la Orden de Isabel la Católica, el embajador, en nombre del rey dijo que «Miguel de Molina se lo merece. Ha sido el mejor en el renacer actual de la copla y sigue siendo el maestro indiscutido de todos. Sirva esta medalla de sentido reconocimiento y homenaje a su entrañable labor representando lo más noble y profundo de España».
Miguel de Molina manifestó entonces que desde 1940 a 1992 habían pasado 52 años, «es cierto que en España, gracias a la democracia, a su majestad y al pueblo, se barrió el fantasma de Caín...pero yo sentía que esa reparación, que quería simbolizarse en la medallita, me llegaba demasiado tarde. De 1940 a 1992 España tardó cincuenta y dos años en darse cuenta de que habían tronchado la vida de un hombre que hubiera querido crecer artísticamente y desarrollarse en la tierra donde nació, sin ser ingrato con la Argentina que me cobijó».
Miguel de Molina manifestó entonces que desde 1940 a 1992 habían pasado 52 años, «es cierto que en España, gracias a la democracia, a su majestad y al pueblo, se barrió el fantasma de Caín...pero yo sentía que esa reparación, que quería simbolizarse en la medallita, me llegaba demasiado tarde. De 1940 a 1992 España tardó cincuenta y dos años en darse cuenta de que habían tronchado la vida de un hombre que hubiera querido crecer artísticamente y desarrollarse en la tierra donde nació, sin ser ingrato con la Argentina que me cobijó».
Fotos, escritos, afiches, carteles, documentales, trajes, botines y blusas forman la primera gran retrospectiva sobre el cantante y bailarín Miguel de Molina, que con el título de 'Arte y provocación' organizan la fundación que lleva su nombre y la Comunidad de Madrid. La muestra, que permanecerá abierta hasta el 17 de mayo, se exhibe en el Complejo 'El Águila' de la capital (C/ Ramírez de Prado, 3), según Efe. "Arte y provocación", se sumerge en las peripecias vitales del irrepetible Miguel de Molina, un heterodoxo republicano que falleció en el año 1993 y yace en un panteón del cementerio porteño de la Chacarita, (Buenos Aires) en tierra extraña; mecido por el inclemente viento del sureste, muy lejos de la luminosa Málaga que lo vio nacer. pero compartiendo eternidad y cercanía con Carlos Gardel y Alfonsina Storni.
Miguel de Molina, fue nombrado hijo predilecto de la provincia de Málaga a título póstumo el año 2007, el artista malagueño es uno de los protagonistas de la edición del Festival de Málaga, su recuerdo estará muy presente el próximo martes, 21 de abril, con diversos actos en su memoria: presentación del documental ´La España de la Copla: 1908, dirigido por Emilio Ruiz Barrachina; el Festival de Málaga celebrará una Gala Musical, que tendrá lugar tras la proyección del documental en el Teatro Cervantes.
Miguel de Molina, fue nombrado hijo predilecto de la provincia de Málaga a título póstumo el año 2007, el artista malagueño es uno de los protagonistas de la edición del Festival de Málaga, su recuerdo estará muy presente el próximo martes, 21 de abril, con diversos actos en su memoria: presentación del documental ´La España de la Copla: 1908, dirigido por Emilio Ruiz Barrachina; el Festival de Málaga celebrará una Gala Musical, que tendrá lugar tras la proyección del documental en el Teatro Cervantes.
