El abucheo acompañó al concejal de ERC hasta su entra en la sala de Plenos, que fue acompañado por miembros de la policía local para preservarlo de la ira popular. Pese a la tensión generada, y algún conato de tumulto, el incidente no tubo mayor trascendencia ni se trasladó al interior de la sala de Plenos llena al completo de público.
El pasado 22 de mayo Lluis Soler tildaba al gobierno municipal de ejercer trato de favor hacia la UD de Can Trias, tomando como base la concesión de una subvención extraordinaria de seis mil euros, concedida en octubre de 2008. La subvención solicitada por la entidad era de mayor cuantía y estaba argumentada por la larga duración de las obras de implantación del césped del campo, a lo largo de veinte semanas, que no había permitido al club colocar vallas publicitarias, ni los ingresos procedentes del bar., las rifas, etc. que son ordinarios y corrientes, pero esenciales para la economía de este tipo de entidades.
El portavoz de ERC, señalaba que la subvención era un agravio comparativo para otras entidades y solicitaba un ejercicio de transparencia y la erradicación del amiguismo y el clientelismo político; el alcalde y el concejal de deportes han negado estas afirmaciones, contestando que se había ayudado al club, -que recientemente ha ascendido a Primera Regional- porque pasaba por una situación económica critica, poniendo de relieve otras ayudas similares a otras entidades deportivas locales, como el pago del alquiler del Epic al equipo de baloncesto, para que puedan mantener sus actividades mientras se acaba de construir el Polideportivo del Casc Urbá.
Quien siembra vientos recoge tempestades
Lluis Soler es un apasionado iracundo, pagado de si mismo, que no repara en detalles en su quehacer político a la hora de las descalificaciones; sin ir mas lejos algunos se preguntan porque ha denunciado esta situación sin tratar de informarse antes, sea por el club o el propio Ayuntamiento, -como el mismo presidente de la A.V de Can Trias le recomendaba- siete meses mas tarde de los hechos, o porque miente, como refleja la información de El Punt diari, cuando se culpa de la decisión de conceder la subvención, a la Agrupación Socialista de Viladecavalls, que gobierna actualmente con CIU, pero no en las fechas, octubre de 2008.
No cabe duda que son estos comportamientos de Lluis Soler, nada valorables en quien se auto presenta como candidato de ERC a la alcaldía en las próximas elecciones, los que se encuentran en el origen de la critica sonora i airada a cargo de sus convecinos.