¿Cuántos millones de espectadores sumaban ayer delante la TV siguiendo la evolución de un partido de fútbol, histórico en juego y resultados?. Quizás no sean 100 como en el festival de Eurovisión, o quizás sí?. Alguien debería contarlos, pero había muchos; y en España, si se quiere él “estado español” incluidos Euzkadi y Catalunya, muy pocos se quedaron al márgen,
Poco a poco como la canción del Chiki Chiki, los resultados de la selección nacional han aportado estados de ánimo y victorias, mediante un excelente juego y un meritorio esfuerzo de jugadores de todas partes, (la aportación de Catalunya ha sido significativa con Xavi, Pujol, Fabregas..) unidos por un sentimiento de dignidad colectiva y de entrega común gestionado por Luis Aragonés, que ha derrochado sapiencia y saber estar. Se hace difícil entender que se valla después del triunfo.
El ganar la Eurocopa por 1 a cero, pero que debieron ser al menos dos más, hace sentir un bienestar inusual y desconocido a millones de personas, no todas seguidoras o amantes de este deporte que definitivamente ayer, ganaba la partida de la estimación general.
Muy pocos de los 44 millones que integran el estado español fueran querido otra cosa, en esa minoría minoritaria están aquellos que confunden rábanos con zanahorias, y los sectarios y cegatos que por oponerse a supuestos “imperialismos” presentes en su imaginario particular, no son capaces de compartir con los demás la historia real de los pueblos, son aquellos que las cosas son suyas o de nadie.. y que afortunadamente la sociedad los reduce a residuos testimoniales.
El ganar la Eurocopa por 1 a cero, pero que debieron ser al menos dos más, hace sentir un bienestar inusual y desconocido a millones de personas, no todas seguidoras o amantes de este deporte que definitivamente ayer, ganaba la partida de la estimación general.
Muy pocos de los 44 millones que integran el estado español fueran querido otra cosa, en esa minoría minoritaria están aquellos que confunden rábanos con zanahorias, y los sectarios y cegatos que por oponerse a supuestos “imperialismos” presentes en su imaginario particular, no son capaces de compartir con los demás la historia real de los pueblos, son aquellos que las cosas son suyas o de nadie.. y que afortunadamente la sociedad los reduce a residuos testimoniales.
Del Chikilicuatre a la Eurocopa
Rodolfo Chikilicuatre defendia sin complejos el "Chiki Chiki" en el estadio Arena de Belgrado, con su tupé, su vestuario rockabilly y sus bailarinas, lo hizo bien, no gano el concurso que todos sabían “arreglado” pero si la simpatía general; y el favor del público que lo tiene como favorito en su particular lista de éxitos de este verano.
Los “críticos” señalan que es una canción hortera y de mal gusto, por el contrario la mayoría considera que es divertida y gamberra; una prueba del sentido del humor que nos gastamos.
Por encima de cualquier otra cuestión el Chiki Chiki es un resultado de la democracia, ya que había sido abrumadamente votada vía popular. Por eso nadie se ha rasgado las vestiduras ni se ha entonado las "meas culpas", porque la decisión fue suficientemente compartida por la sociedad.
La selección nacional ha estado bailando el Chiki Chiki y además ha ganado merecidamente, ese triunfo es hoy ampliamente compartido por el País, independientemente de que la bandera que ondea sea la roja y gualda, o que el Rey aprovechara tirón. Hay otras banderas y otras personas que pueden representar mejor a determinados segmentos sociales, pero ayer y hoy la roja y gualda representa a todos por igual. No hay matices y la honestidad y la grandeza está en reconocerlo.
Rodolfo Chikilicuatre defendia sin complejos el "Chiki Chiki" en el estadio Arena de Belgrado, con su tupé, su vestuario rockabilly y sus bailarinas, lo hizo bien, no gano el concurso que todos sabían “arreglado” pero si la simpatía general; y el favor del público que lo tiene como favorito en su particular lista de éxitos de este verano.
Los “críticos” señalan que es una canción hortera y de mal gusto, por el contrario la mayoría considera que es divertida y gamberra; una prueba del sentido del humor que nos gastamos.
Por encima de cualquier otra cuestión el Chiki Chiki es un resultado de la democracia, ya que había sido abrumadamente votada vía popular. Por eso nadie se ha rasgado las vestiduras ni se ha entonado las "meas culpas", porque la decisión fue suficientemente compartida por la sociedad.
La selección nacional ha estado bailando el Chiki Chiki y además ha ganado merecidamente, ese triunfo es hoy ampliamente compartido por el País, independientemente de que la bandera que ondea sea la roja y gualda, o que el Rey aprovechara tirón. Hay otras banderas y otras personas que pueden representar mejor a determinados segmentos sociales, pero ayer y hoy la roja y gualda representa a todos por igual. No hay matices y la honestidad y la grandeza está en reconocerlo.