Hace unas horas se ha celebrado la reunión municipal, con convocatoria por mail, para iniciar los preparativos de las Fiestas de Sant Marti, patrón del pueblo. En el orden del día “actos de homenaje a la figura del ex alcalde Sebastián Homs Padrisa, durante el fin de semana de las fiestas de Sant Marti”.
Poco es lo que se puede decir de las actividades a celebrar en las Fiestas del fin de semana del 7 y 8 de de noviembre. Como se ha acabado el dinero ya no hay carpa como le gustaba lucir la concejal de cultura, Regina Parellada, hoy alcaldesa. Se impone la austeridad y el ejercicio de la innovación y los recursos del ingenio, pero como al parecer no hay mucho, la programación solo contiene la suma de las aportaciones de diversas entidades, que año tras año, con gran mérito y esfuerzo participan.
Quien busque emociones fuertes se suba a una grúa y cante “Els Segadors” a doble grito. La novedad de las Fiestas es que este año la comida “de hermandad” se celebrara al aire libre en la plaza de la masía de Can Turu; y como cada año llueve algún día, si coincide una vez más, las actividades pendientes se realizaran la semana siguiente, 14 y 15 de noviembre. Eso es especialmente válido para la orquesta y el bailongo.
¿Se mantendrá la polémica con la calidad de la comida y el precio, que en años anteriores ha protagonizado la critica de ERC?. Hay quienes se aventuran en el pronóstico, señalando que ¡nanay de la china¡. Si es por mejora, que se equivoquen.
Otra cosa serán las entradas. ¿Se tendrá en cuenta la crisis y bajará el precio?
De los actos de homenaje al anterior alcalde
Sabido es que institucionalmente el Consistorio no ha realizado ningún acto, si acaso la placa en la subida al Ros era un detalle de circunstancias, habida cuenta que esa actividad anual fue muy directamente impulsada por el, personalmente.
Desde los primeros días, personas y asociaciones de la localidad han solicitado ese reconocimiento. En los primeros momentos primaron los sentimientos y deseos de la familia, de toda su familia. Pero no cabe olvidar que el alcalde era una persona pública y representante de una Institución.
Si hasta el momento este reconocimiento institucional no lo ha tenido es y ha sido por la situación política que atraviesa el Ayuntamiento. Durante el tiempo de la alcaldía accidental no se podía por dos cuestiones: la cercanía y los deseos familiares, y también porque no era posible contar con un consenso en el Consistorio, para tal fin.
Como no debe gestionarse un conflicto
Las Asociaciones de Vecinos colegiadamente ya plantearon en julio una solicitud formal al Consistorio y a la nueva alcaldesa. La alcaldesa decidió dejar pasar el tiempo y el mes de agosto. En septiembre volvieron a insistir, y denunciaron el tema en la prensa; la alcaldesa se había comprometido con el Consistorio ha crear una Comisión especifica, no lo hizo, ni lo ha hecho. Si que abordó el tema en una reunión informando que de Comisión nada, que habían pensado que en el marco de las Fiestas de Sant Marti se podrían concretar el/los homenaje/s; básicamente asumir en el programa de actos, aquellos que las entidades propusieran, ya que como equipo de gobierno no presentaban ninguno. Como Consistorio tampoco se ha concretado ninguna propuesta, salvo divagaciones. Así están las cosas.
Pero resulta que las Asociaciones de Vecinos han insistido. Esta tarde pensaban que en la reunión con la alcaldesa se concretaría, según la convocatoria. Nada de eso.
La presentación del tema y el tratamiento del mismo por la alcaldesa, -que ya ha dado muestras públicas de sus impaciencias y su falta de saber estar en reuniones conflictivas- ha sido penosa. Suerte del paciente y didáctico Llorenç Banus, que con su buen hacer le ha resuelto la papeleta; la alcaldesa ha delegado la decisión de si se hacia, o no se hacia alguna cosa, y es dable pensar que no se trata del fomento de la participación, mas bien de un asambleismo interesado. Nadie ha dicho nada. Solo ha quedado claro que las Asociaciones de Vecinos propondrán fechas de su acto al Ayuntamiento.
El fondo de la cuestión no ha variado desde julio. Si acaso se ha enquistado más. El Consistorio no es unánime a la hora de realizar un reconocimiento institucional al anterior alcalde. Hay quienes lo defienden desde el principio, y otros que no quieren o lo disimulan. Se podrían citar, pero mejor dejarlo para otro momento. El lector avezado sabrá encontrarlos.
Quien busque emociones fuertes se suba a una grúa y cante “Els Segadors” a doble grito. La novedad de las Fiestas es que este año la comida “de hermandad” se celebrara al aire libre en la plaza de la masía de Can Turu; y como cada año llueve algún día, si coincide una vez más, las actividades pendientes se realizaran la semana siguiente, 14 y 15 de noviembre. Eso es especialmente válido para la orquesta y el bailongo.
¿Se mantendrá la polémica con la calidad de la comida y el precio, que en años anteriores ha protagonizado la critica de ERC?. Hay quienes se aventuran en el pronóstico, señalando que ¡nanay de la china¡. Si es por mejora, que se equivoquen.
Otra cosa serán las entradas. ¿Se tendrá en cuenta la crisis y bajará el precio?
De los actos de homenaje al anterior alcalde
Sabido es que institucionalmente el Consistorio no ha realizado ningún acto, si acaso la placa en la subida al Ros era un detalle de circunstancias, habida cuenta que esa actividad anual fue muy directamente impulsada por el, personalmente.
Desde los primeros días, personas y asociaciones de la localidad han solicitado ese reconocimiento. En los primeros momentos primaron los sentimientos y deseos de la familia, de toda su familia. Pero no cabe olvidar que el alcalde era una persona pública y representante de una Institución.
Si hasta el momento este reconocimiento institucional no lo ha tenido es y ha sido por la situación política que atraviesa el Ayuntamiento. Durante el tiempo de la alcaldía accidental no se podía por dos cuestiones: la cercanía y los deseos familiares, y también porque no era posible contar con un consenso en el Consistorio, para tal fin.
Como no debe gestionarse un conflicto
Las Asociaciones de Vecinos colegiadamente ya plantearon en julio una solicitud formal al Consistorio y a la nueva alcaldesa. La alcaldesa decidió dejar pasar el tiempo y el mes de agosto. En septiembre volvieron a insistir, y denunciaron el tema en la prensa; la alcaldesa se había comprometido con el Consistorio ha crear una Comisión especifica, no lo hizo, ni lo ha hecho. Si que abordó el tema en una reunión informando que de Comisión nada, que habían pensado que en el marco de las Fiestas de Sant Marti se podrían concretar el/los homenaje/s; básicamente asumir en el programa de actos, aquellos que las entidades propusieran, ya que como equipo de gobierno no presentaban ninguno. Como Consistorio tampoco se ha concretado ninguna propuesta, salvo divagaciones. Así están las cosas.
Pero resulta que las Asociaciones de Vecinos han insistido. Esta tarde pensaban que en la reunión con la alcaldesa se concretaría, según la convocatoria. Nada de eso.
La presentación del tema y el tratamiento del mismo por la alcaldesa, -que ya ha dado muestras públicas de sus impaciencias y su falta de saber estar en reuniones conflictivas- ha sido penosa. Suerte del paciente y didáctico Llorenç Banus, que con su buen hacer le ha resuelto la papeleta; la alcaldesa ha delegado la decisión de si se hacia, o no se hacia alguna cosa, y es dable pensar que no se trata del fomento de la participación, mas bien de un asambleismo interesado. Nadie ha dicho nada. Solo ha quedado claro que las Asociaciones de Vecinos propondrán fechas de su acto al Ayuntamiento.
El fondo de la cuestión no ha variado desde julio. Si acaso se ha enquistado más. El Consistorio no es unánime a la hora de realizar un reconocimiento institucional al anterior alcalde. Hay quienes lo defienden desde el principio, y otros que no quieren o lo disimulan. Se podrían citar, pero mejor dejarlo para otro momento. El lector avezado sabrá encontrarlos.