miércoles, 21 de octubre de 2009

La revista municipal de Viladecavalls de octubre, publica un monográfico a la memoria del anterior alcalde Sebastian Homs

Se había acordado por el Consistorio, pero no se habían tratado los contenidos, salvo que serian escritos y fotos. La alcaldesa Regina Parellada no ha dado la oportunidad de poder intervenir. El resultado es decepcionante y merece algunos comentarios, pero será en otro momento, ahora se reproduce íntegramente el escrito del portavoz municipal de los socialistas independientes de Viladecavalls, que aparece en la mencionada publicación.

Sebastian,

Solo hace unos meses que te fuiste, aún es pronto para que algunos puedan valorar en toda su dimensión humana, tu obra y tú persona, aún sigue rugiendo el cañón de los desencuentros, de las incomprensiones, y también revolotean las águilas de la revancha.

Para la mayoría no es necesario, el paso del tiempo lo que acentúa es tu ausencia, la constatación de lo que se ha perdido, de la oportunidad que no volverá. Hoy me recrimino haber dejado pasar algunos momentos que tuve para cultivar mejor una amistad, -que siempre mantuvimos en el desván de los secretos, porque torpemente anteponíamos los convencionalismos y las exigencias del guión que socialmente nos etiquetaba- basada en el reconocimiento y el respeto personal, que se puso de manifiesto públicamente durante el tiempo que gestionamos este pueblo, compartiendo juntos, en lo personal y lo político, proyectos, problemas, intimidades y esperanzas.

Escribo sobre ti, ya ausente, quizás las palabras no tienen ya mucho sentido. Pero, no hay otra manera de expresar lo que siento, lo que creo que no me debo callar. Me siento obligado conmigo mismo a decir algunas cosas, porque nunca milite en las filas de los hipócritas, ni quiero honrar tu memoria con los pasacalles de la frivolidad, más cuando algunas voces interesadas con falso pudor alertan de no caer en la “beatificación” de tu persona.

No es necesario pensar mucho para concluir que has dejado huella en tu paso por la vida, tratando siempre de hacer lo mejor para los demás en ocasiones a costa de ti mismo; como persona, como padre, como maestro, tienes innumerables personas que así lo atestiguan. Como alcalde has vivido una época convulsa, complicada y difícil, en la que en ocasiones las incomprensiones de unos y otros hicieron imposible la convivencia; pese a las apariencias que te adjudicaban el desastre, esa obra tubo muchas manos.

Siempre mantuviste, puntualidad, dedicación, valentía, continuidad, persistencia, obstinación, compromiso, y deseos de servir a tu pueblo, por eso llegado el momento diste un paso adelante, y frente a todos, realizamos una apuesta colectiva de futuro para el pueblo, política. –con las respectivas formaciones- y personal. Nunca se había primado tan abiertamente los intereses de Viladecavalls, anteponiéndolos a los de partido. Tu ausencia deja un vacío tremendo en el sentimiento popular, que percibe que se ha perdido la mejor oportunidad de cohesionar nuestro pueblo, y hacerles sentir orgullosos de pertenecer al mismo.

Nunca se hizo tanto por la mejora de calidad de vida e infraestructuras de este pueblo, ni en tan poco tiempo. Ahora se te discute, dentro de unos años te admiraran. Siempre viviste de tu trabajo. Algunos siguen intentando que eso no sea cierto. Se equivocaron y se equivocaran.

Tú no necesitas de méritos y reconocimientos, pero esta bien que se te hagan, honorándote, todos nos hacemos mejores, incluso aquellos que negándote el pan y la sal, ahora se esfuerzan en mantener el gesto amable. Como creyente que eras, si el proyecto en la otra vida, sigue adelante, desde donde este podrás seguramente calibrar las bondades e intenciones de los que aquí en la Tierra, debemos continuar el camino. Se benevolente con todos nosotros, los que te apreciamos, los que te queremos, los que solo cumplen. Finalmente un día todos nos tenemos que encontrar, danos tiempo al recogimiento, la reflexión y el arrepentimiento.

Sin olvidar nada, ni omitir, ni cambiar las cosas de un pasado, que pasado está, tengo por seguro, Sebastian, que pesa mucho en tu mochila lo bueno que realizaste, y las cumbres que subiste. Fue un honor compartir tu tiempo, y tu espacio. Personalmente te manifiesto mi afecto, que tu ausencia acrecienta. Igual sin duda, que la mayoría de la población, y que el resto de mis compañeros.