El pasado 19 de mayo, el Diari de Terrassa, medio de prensa de ámbito comarcal, publicaba en la columna diaria de Ramón Bosch, un ataque virulento y mentiroso con el titulo de "Francisco García Cano".El escrito navajero vertía infamias contra el aludido, acusándolo de:
-querer vivir de la política.
-ser indecente en su forma de relacionarse, practicando el insulto habitualmente.
-venderse a CIU “por un plato de lentejas”.
-romper con el PSC por tener sueldo de primer teniente de alcalde en Viladecavalls.
-querer montar un partido socialista para poder vivir del cuento.
-ser españolista.
-no hablar catalán.
En realidad el S. Ramón Bosch, acólito de los que mandan en el PSC de Terrassa y Comarca, seguramente les hacia el servicio a quienes llevan años financiando su “carrera”.
-querer vivir de la política.
-ser indecente en su forma de relacionarse, practicando el insulto habitualmente.
-venderse a CIU “por un plato de lentejas”.
-romper con el PSC por tener sueldo de primer teniente de alcalde en Viladecavalls.
-querer montar un partido socialista para poder vivir del cuento.
-ser españolista.
-no hablar catalán.
En realidad el S. Ramón Bosch, acólito de los que mandan en el PSC de Terrassa y Comarca, seguramente les hacia el servicio a quienes llevan años financiando su “carrera”.
Ayer el mismo Diari de Terrassa, publicaba en cartas al director, la respuesta que a continuación se reproduce íntegramente:
"Hay una gran diferencia entre generar opinión desde un medio de comunicación, y utilizar este para arremeter interesada y partidistamente, contra aquel o aquellos que no comparten el credo del escribano; salvando las distancias eso es lo que hace Jiménez Losantos en la COPE, bastante frecuentemente J. Ramírez en el Mundo, y el autor de la columna “día a día” del Diari de Terrassa, Ramón Bosch, seguramente cuando le llega un encargo. No se explica de otra manera la columna del pasado 19 de mayo, más que en sus deseos de servir a quienes desde hace años se ocupan de facilitarle el sustento, modus vivendi que diría él mismo.
Las situaciones en el PSC de Viladecavalls, que comienzan con un desacuerdo, y terminan con la desfederación de la Agrupación y la exclusión de sus miembros, no tienen de protagonista una sola persona, por un lado hay todo el colectivo con su Comisión Ejecutiva, por el otro el secretario de organización y el primer secretario de la Federación del Vallès Oest.
Las posiciones de los socialistas de Viladecavalls siempre han sido muy claras, asegurar la gobernabilidad, restablecer la “normalidad” en las relaciones entre las diversas fuerzas políticas del Consistorio, contribuir directamente en la gestión de los intereses del Municipio. Las de la Federación del PSC aún falta conocerlas, porque lo dicho hasta ahora solo tiene que ver con los intereses particulares de partido, no con las necesidades y deseos de la población. ¿Alguien puede reprochar a los socialistas de Viladecavalls que en la tesitura de la obediencia ciega al partido, eligieran servir a su pueblo?.
Lo demás es malicia, que se descalifica por si misma y descalifica a quien la dice; en cuanto a los dineros, sabe perfectamente el escribano que el adjudicatario de su critica es funcionario del Ayuntamiento de Terrassa desde hace 17 años, -donde la administración local utiliza como primer idioma el catalán- con un sueldo aceptable, el mismo que recibirá en el Ayuntamiento de Viladecavalls desde julio de este año, cuando se integre a dedicación completa.
Es comprensible que quien forma parte del nacionalismo encubierto de los que controlan el PSC, mantenga las mismas criticas que hace ERC sobre un partido socialista no nacionalista, pero el socialismo, especialmente el de contenidos libertarios, como argumenta Zapatero, mantiene como eje de su vertebración el federalismo. Ni nacionalistas, ni catalanistas, federalistas, de eso se trata.
