jueves, 4 de junio de 2009

El PSC de Terrassa cierra su campaña de tres carteles en Viladecavalls, con una charla sobre Europa

Con ánimo de convencer, el PSC de Terrassa se apresta a librar su último encuentro de campaña en Viladecavalls después del esfuerzo realizado, con dos innovaciones, la primera en la técnica del carteleo, consistente en no reparar si la farola de soporte tiene o no carteles indicadores, y la colocación de los mismos a ras de tierra para ahorrar esfuerzos; la segunda en el reparto de propaganda de mano, redescubriendo el “voleo” es decir lanzar las hojas indiscriminadamente al aire para que caigan sobre la tierra, porque el buzoneo casa a casa seguramente a criterio de los dirigentes, debe estar “obsoleto”.
El acto está convocado para este viernes día 5 de junio, desde la página Web de la comarcal PSC de Terrassa, sección Viladecavalls, -con algunos errores de gramática generados sin duda por las prisas- y se realizará, si dios y la secretaria de organización quiere, en el centro cívico de Can Trias; muy cercano a la residencia de varios de los delegados de Terrassa en la localidad.
La hora escogida es la de mayor audiencia del club de la gent gran, cabe pues que aún cuando no se ha confirmado un aperitivo de pastas dulces con refrescos, sume alicientes a la asistencia de personal. La gent gran suele tener preferencia a los actos con acompañamiento y el PSC de Terrassa es un especialista en los diseños de ambiente.
El ponente previsto es el incombustible Josep Casajuana, diputado en el Parlamento de Catalunya, persona docta y pedagógica para ilustrar el actual momento político, que cabe esperar no caiga en banalidades, ni en abordar las miserias internas del PSC. Sea cual sea el público, se lo agradecerá.


Si todos coinciden en la importancia de las elecciones europeas, porque se habla tan poco de Europa
Hay municipios que se han beneficiado y mucho de Europa, de los fondos europeos, Viladecavalls no ha tenido esa suerte, pero no por eso cabe desmerecer la importancia de lo que anda en juego. Europa ha creado oportunidades, ha generado estabilidad y es una garantía para el futuro, además el Parlamento europeo cada día estará mas presente en la vida corriente de las personas de los diversos países miembros...
Conviene a todos una Europa fuerte, diversa, pero unida, capaz de defender un modelo de sociedad del bienestar, que está cuestionándose cada día más por las derechas, por el mundo del dinero...
Pero lo cierto es que se habla poco en clave de Europa, muy poco, la construcción de Europa nos ha llegado de la mano de muy pocos europeistas. La mayoría de gobernantes en el poder o la oposición hablan en término de país, del suyo, en España también. No es de extrañar así que el tema importe poco, y que la abstención que normalmente se produce, en esta ocasión se vea incrementada fuertemente.
Los partidos no ayudan mucho ya que en sus intereses internos, que no de país ni europeos, utilizan las candidaturas para premiar, fidelizar o castigar; no se trata de que sepan el oficio, eso explica lo de Ramón Tremosa en CIU, los sucesivos cambios en ERC, el desplazamiento de Raimon Obiols en el PSC y el portazo que el mismo partido le ha dado a Josep Borrell, uno de los mejores con mucho de los representantes socialistas en Europa. Quizás sea la pega de Borrell, siempre ha sido un socialista convencido, no uno más de los asilvestrados del PSC; quitan a los mejores y colocan muchas veces a los mediocres, el resultado no puede ser bueno...



La mayoría de propaganda no es la adecuada, alguna del PSC es sencillamente grotesca
Algunos partidos no diferencian en nada su mensaje de andar por casa, de lo que quieren para Europa, igualitos, otros en cambio se van por la nubes y pese al esfuerzo de los ciudadanos para informarse, no se les entienda nada.
Hay excepciones como el PP, que va a lo seguro, venden su líder Rajoy y se dejan de historias pese a los esfuerzos de Marcelino Oreja para estar omnipresente; el PSC sin embargo marca la diferencia, faltaría más.
Comienzan con un tratamiento visual en la presentación de la lista electoral, que como es sabido es única e igual para toda España, y ocultan nombres como el de la ex ministra de Fomento Magdalena Álvarez.
En la papeleta del PSC el votante en Catalunya encontrará en su encabezado a López Aguilar pero no le siguen ni Ramón Jáuregui, ni Magdalena Álvarez, ni Carmen Romero. Por el contrario si encontrará de número 2 a María Badia, que en la lista de verdad es la cuarta-, de número 3 Raimon Obiols –número 13 en la lista-, Nuria Parlón de cuarta en Cataluña -y 24 en el resto de España-, Alejandro Colldefons es quinto -cuando realmente está el 35-, Sonia Martí ocupa el sexto lugar -cuando en realidad es la 48- y Josep Borrell que en la papeleta del PSOE va el 50 y en la del PSC en Catalunya el séptimo.
En un reciente acto de campaña en Terrassa, un concejal de ICV ha criticado duramente la campaña cartelaria del PSC, explicando que un compañero socialista le había manifestado que le avergonzaba. Es exacto. Desde hace algún tiempo los mensajes de diseño y laboratorio, chocan con la sensibilidad de la mayoría de militantes del PSC, pero aún más con el de los votantes. Unos y otros ya no ven claro que se prescindiera del puño y la rosa en favor de la sigla, pero menos aún que se dedique el presupuesto de campaña a promocionar la imagen de una serie de personas, muy importantes ellas, pero que la población no conoce en su mayoría y además les deja completamente indiferentes.
Se habla de movilizar el voto a la contra, sin duda discutible como el mal gusto de utilizar esa técnica, que ya se ha hecho otras veces; pero lo cierto es que no hablan de proyectos propios, de programas. Intentan afirmarse en la negación, eso de entrada es negativo. Al final lo que importa a los ciudadanos son que las cosas se hagan, y los problemas se resuelvan, y esas explicaciones se pierden en los excesos de protagonismo y arrogancia.
Cierto que pese a las reconocidas reservas del PSC en utilizar el bilingüismo, cuando se trata de elecciones, no dudan nunca; donde esta pues su confianza en el voto “catalanista, nacionalista progresista…” del cual se alardea tanto.