lunes, 3 de marzo de 2008

CIU, lo caro que nos cuesta y lo poco que nos sirve

Las personas que se reclaman de CIU no quieren que se les diga que son de derechas, se sienten incómodas. De hecho todos los que lo son abogan por la desaparición de los referentes ideológicos, les va mejor. Si no hay una izquierda, no hay una derecha, tod@s iguales en la democracia, pero los medios, las posibilidades, el dinero y el poder con ellos. Menudo cuento.
CIU es la derecha catalana, populista y oportunista, se diferencia del PP por el sentido de su nacionalismo. El PP defiende un nacionalismo español y CIU uno catalán. Son dos extremos de una misma cuerda. Por eso cuando tienen la oportunidad pactan fácilmente y se olvidan de sus respectivos compromisos, porque en realidad su finalidad básica y prioritaria es la obtención del poder, la gestión del poder, la permanencia del poder.
Una sociedad como la nuestra, no puede ignorar que lo peor que ha tenido Catalunya es la tira de años en los que CIU ha estado gobernando, priorizando sus intereses, y dejando los problemas de la ciudadanía sin resolver. ¿De que vienen las colas en los hospitales, la carencia en infraestructuras?. No es cosa de un día ni del poco tiempo que llevan gobernando las izquierdas.
CIU no sirve a los intereses de Catalunya, la Catalunya de tod@s. Sirve a la suya, la particular, la de los privilegios, cada vez que han tenido la oportunidad lo han demostrado sobradamente, de la mano de su familia natural, el PP. Y cuando se desciende al ámbito local es peor, entonces se encuentra uno personajes como el alcalde de Viladecavalls, Sebastián Homs, -que gobierna gracias a la aportación de un concejal de la plataforma PVA- que no se atiene a más criterios que los de satisfacer su venganza.
Confunde el pueblo con su cortijo particular y a los ciudadanos con siervos. CIU es la enseñanza que ofrece y Sebastián Homs es una buena, y especial muestra.