lunes, 18 de enero de 2010

Cumplido con exceso el silencio que algunos bienpensantes solicitaron

Desde el 5 de noviembre, con la excepción de la presentación de las mociones presentadas para el Pleno de noviembre del pasado año, no ha habido comentarios sobre la situación politico-social de Viladecavalls. Mas de un mes largo.
Ni olvido ni dejarlo estar. Ha sido una respuesta a la petición recibida por quien contando con mi aprecio, solicita que se dé un respiro al gobierno municipal porque a su entender, desde la toma de posesión de la alcaldesa, este bloc no había parado de criticar su gestión.
El bienpensante concluía, que quizás eso podía haber sido el motivo de la beligerancia con la que la alcaldesa Regina y su portavoz, Antonio Raso, habían tratado la situación de concejales no adscritos, o la de querer privarnos de asistencia en algunas reuniones del Consistorio, entre otras cosas…

Mi apreciación es otra, porque una cosa es lo que uno quiera hacer y otra la que debe hacer, y en el caso del gobierno municipal está obligado a tratar a todo el Consistorio en igualdad, sin tratar de mermar derechos a unos, o favorecer a otros. Cuando no se gobierna asi y más cuando se está en minoría, es porque se tiene poca convicción democrática, y se cuenta con la aquiescencia, o complicidad de una parte de la oposición. Aquella que con virulencia se había entrometido en otros momentos, en los problemas internos del grupo municipal socialista con el aparato del PSC.

Siendo discordante en la apreciación, sin embargo accedí al requerimiento de autosilencio que he mantenido decorosamente; no me ha costado dolor de cabeza. Como he dicho en otras ocasiones, me siento portavoz de los demás y esa es mi función en el Consistorio. Ahora más que no estoy sujeto a las estrecheces y memeces que el PSC imponía, sin tener en cuenta las situaciones y necesidades de la población.

Si puedo hacer que alguien o algunos se sientan mejor, o entiendan algunas de las cosas sencillas de la convivencia, pero que la política las hace difícil, se puede contar conmigo. Por eso hice caso a la petición, y atendido a otras que a lo largo del tiempo me han parecido honestas y correctas en quienes lo solicitaban.

Ahora de nuevo vuelvo al folio, al comentario, a la reflexión y a la critica si es preciso, del devenir cotidiano y político de Viladecavalls. En este tiempo no han cambiado las cosas, si acaso a peor. Tampoco parece que la conducta de los que ahora están instalados en el gobierno municipal valla a más apertura, anclados en su corta realidad y en los compromisos velados con una parte de la oposición que otrora consideraban los demonios…