El alcalde con tozudez digna de mejor empeño, sigue privando a los Grupos Municipales en la oposición, (PSC, ERC, IC-V) de parte de sus derechos y obstaculizando otros. Como los antiguos señores feudales que oprimían, y castigaban a sus siervos con impunidad, Sebastián Homs desde el gobierno municipal de Viladecavalls quiere borrar todo vestigio opositor.
Que se lo haga mirar porque no ganara esa batalla, y en estas horas duras para los que son “desafectos” o considerados como tales, se puede afirmar con seguridad que perderá esa guerra, y en su momento, se ha de ver desposeído de la vara de mando que ridículamente exhibe los dos días anuales que acude a misa, para mostrar su ostentosidad, que no por devoción cristiana.
Del entorno de CIU pedían gestos que permitiera a su alcalde “rebajar penas por buena conducta”. Sin duda ahora estarán decepcionados, la propuesta del PSC en el Pleno municipal de noviembre, que abogaba por superar la actual situación elaborando un Plan de Actuación municipal partiendo de propuestas comunes, ha sido rechazada. Igual suerte ha corrido la de resolver la situación de vivienda, de los afectados de La Tendera. El alcalde no quiere soluciones, apuesta por sus apaños particulares.
Cuando hay coincidencia y se puede trabajar en común, curiosamente lo rechaza. Y es que quizás su objetivo es una gestión que favorezca no tanto a los intereses generales, como a los que tienen poder económico e intereses especulativos.
Hasta ahora, honestamente no se puede decir que haya probado lo contrario.
Que se lo haga mirar porque no ganara esa batalla, y en estas horas duras para los que son “desafectos” o considerados como tales, se puede afirmar con seguridad que perderá esa guerra, y en su momento, se ha de ver desposeído de la vara de mando que ridículamente exhibe los dos días anuales que acude a misa, para mostrar su ostentosidad, que no por devoción cristiana.
Del entorno de CIU pedían gestos que permitiera a su alcalde “rebajar penas por buena conducta”. Sin duda ahora estarán decepcionados, la propuesta del PSC en el Pleno municipal de noviembre, que abogaba por superar la actual situación elaborando un Plan de Actuación municipal partiendo de propuestas comunes, ha sido rechazada. Igual suerte ha corrido la de resolver la situación de vivienda, de los afectados de La Tendera. El alcalde no quiere soluciones, apuesta por sus apaños particulares.
Cuando hay coincidencia y se puede trabajar en común, curiosamente lo rechaza. Y es que quizás su objetivo es una gestión que favorezca no tanto a los intereses generales, como a los que tienen poder económico e intereses especulativos.
Hasta ahora, honestamente no se puede decir que haya probado lo contrario.