miércoles, 9 de abril de 2008

La calle Ferrocarril de Can Trias industrial, ¿una pista de carreras nocturna?

Se había comentado el tema anteriormente, la última el jueves 28 de febrero de 2008, el no establecer en su día medidas correctoras de velocidad en algunos tramos del polígono industrial de Can Trias, especialmente en la calle del Ferrocarril, que por otra parte los vecinos colindantes del Pla de San Miquel de Guanteres habían denunciado con pancartas en presencia del alcalde, constituía un grave error y el consentimiento de una situación de riesgo permanente.
Eso es lo que tubo que escuchar Sebastián Homs y su primer teniente de alcalde Paco Vega el pasado día 30 de abril, en la reunión de vecinos convocada por la Asociación de Can Trias, con el agravante de que se confirmaba la sospecha que el polígono, especialmente la calle del Ferrocarril, durante el día se mantenía en un estado de peligrosidad permanente y durante la noche en una improvisada pista de carreras, donde coches y motos realizan piruetas, carreras y otras habilidades impropias de una vía pública.
Lo curioso es que esa situación se tenga que denunciar públicamente, cuando el alcalde había asegurado a los vecinos que esa vía pública quedaba bajo el control de las patrullas de los mossos d’escuadra, lo que al parecer no ha ocurrido más que muy ocasionalmente. Ni la hipotética presencia de los mossos d’escuadra, ni la real de la policía municipal, que necesariamente transita la calle porque en sus patrullas les pilla de paso para San Miquel de Guanteres, ha servido de mucho.
Después de la cantidad de pasos elevados que se han instalado especialmente en San Miguel de Guanteres, con un montante económico extraordinario ya que los existentes fueron sustituidos sin que el alcalde diera explicación alguna, es cuando menos sorprendente que delante de los despilfarros económicos actuales, (sueldos de los concejales del equipo de gobierno, de los cargos de confianza, carpas para fiestas…) no exista partida presupuestaria alguna para establecer medidas reductoras al tránsito, además de la dedicación que las policías (autonómica y local) debieran prestar al asunto.