Zamora, la tierra del Románico y del Romancero, es una ciudad española, capital de la provincia de Zamora, que se encuentra al noroeste, cerca de la frontera con Portugal. Pertenece a la actual comunidad autónoma de Castilla y León, y es atravesada por el río Duero de este a oeste.
- Es importante su numeroso y excelente arte románico. Destaca especialmente su Catedral, construida entre los años 1151 y 1174, con su característico cimborrio de influencia bizantina. Zamora es conocida como Ciudad del Románico ya que es la localidad con mayor número de iglesias románicas (25) de toda Europa.
- La celebración de la Semana Santa en Zamora está declarada de Interés Turístico Internacional.
Su existencia podría deberse al pueblo de los vacceos, pero también pudieron ser los romanos quienes posiblemente fundasen la villa y le pusieron el nombre latino de "Occelum Durii" (ojito del río Duero), en la misma época de las luchas de Viriato contra la invasión romana. Durante la dominación germana, los visigodos conocen la ciudad con el nombre de "Semure", tal como aparece en dos monedas de Sisebuto. Los nombres árabes de la ciudad fueron "Azemur" (olivar silvestre) y "Semurah" (ciudad de las turquesas). El nombre actual parece proceder o de la dominación germana o de la musulmana, y es citado como tal en el Salmanticense como "una de las plazas recobradas por Alfonso I a los moros".
Durante la Edad Media, Zamora vuelve a ser tomada y destruida por los musulmanes al mando del Emir Mohamed y después reconquistada por los cristianos en el reinado de rey Alfonso II de Asturias, el Casto, siendo de nuevo fortificada. El rey Alfonso III de Asturias, el Magno la repuebla con mozárabes toledanos en el 893, rodeándola de murallas y dotándola incluso de palacios y baños, convirtiéndose, por su emplazamiento y características, en la ciudad fortaleza más importante de los reinos cristianos, rodeada de siete recintos amurallados y grandes fosos”. Será una de las plazas más importantes del Reino Leonés del que formó parte. Además inicia la etapa de mayor esplendor político, económico y arquitectónico. Siguieron los asedios árabes sin conseguir arrebatar la ciudad a los cristianos (salvo la destrucción que provocó Almanzor en 981) hasta los últimos años del siglo XI.
"Zamora la bien cercada" la llamó Fernando I de León, que fue quien la reconstruyó, repobló con montañeses y amuralló nuevamente, para cedérsela luego a su hija Doña Urraca infanta de León. En el siglo XII cobró gran importancia por su posición privilegiada entre las dos facciones de la península Ibérica. Durante uno de los cercos del ejército castellano a la ciudad leonesa , una conocida hazaña épica del noble leonés Vellido Dolfos que salió de Zamora hacia el campamento castellano y concertó una entrevista a solas con Sancho II de Castilla de Castilla, con la excusa de que iba a desertar del bando de Doña Urraca y le mostraría una puerta de acceso a la ciudad. En un descuido y de forma alevosa, Dolfos atravesó "las espaldas" de Sancho con el venablo dorado del propio monarca, dándole muerte cuando Sancho II de Castilla de Castilla intentaba tomar la ciudad gobernada por su hermana Doña Urraca, y ante los ojos de El Cid.
Otro hecho reseñable en la ciudad fue la conferencia de paz entre el rey Alfonso VII de León y Alfonso I de Portugal. Como resultado el 5 de octubre de 1143 fue reconocida la independencia del nuevo reino que quedo reflejada en el Tratado de Zamora y marca de manera oficial el nacimiento de Portugal.
Después de su apogeo en el siglo XII y conforme se desplazaba hacia el sur la frontera de la reconquista de la península por los reyes cristianos, Zamora fue perdiendo importancia estratégica y económica. Después del descubrimiento de América, muchos zamoranos se vieron obligados por la pobreza económica de la zona a emigrar al continente, especialmente a América del Sur donde se han fundado muchas otras ciudades con su mismo nombre. Ya en el siglo XX la emigración se canalizó hacia otras provincias y regiones más prósperas como el País Vasco, Cataluña, Madrid o Valladolid principalmente.
La ciudad de Zamora destaca por su cultura e historia. Es conocida como "La ciudad del Románico" porque es la ciudad europea con mayor concentración de iglesias románicas en su casco urbano.
El más significativo es la Catedral de Zamora, que data del siglo XII. Es un edificio muy sencillo en sus formas. Tiene planta de cruz latina, tres naves de cuatro tramos y tres ábsides que fueron sustituidos por una cabecera gótica en el siglo XVI. Sus constructores se inspiraron en la arquitectura árabe para muchos de sus elementos como los arcos apuntados y doblados, las naves laterales con bóveda de arista. La cúpula sobre el crucero es gallonada, de un estilo casi bizantino, que tiene tres copia suyas en la Colegiata de Santa María la Mayor, en la Catedral Vieja de Salamanca y en la Catedral de Plasencia.Según Gómez-Moreno, estas iglesias constituían el grupo de cimborrios bizantino-leoneses. Debe destacarse el coro que fue construido entre 1512 y 1516 dirigido por Juan de Bruselas. La torre de la catedral fue el inicio de una serie de torres en catedrales románicas. Algunos autores la denominan como Torre del Gallo, pero este nombre es erróneo siendo la única la de la catedral de Salamanca. Alrededor hay varias capillas que son cada una una auténtica obra de arte. En una de los laterales de la catedral se encuentra el museo catedralicio donde entre otras obras se destaca una importante colección de tapices flamencos de los siglos XV-XVII siendo los más destacables la serie dedicada a la Guerra de Troya.
Junto la catedral se asienta la iglesia de San Claudio de Olivares. En el año 1157 aparece una cesión de Alfonso VII dando a entender que se trata la iglesia más antigua del románico zamorano.
La ermita de Santiago el Viejo, la iglesia de San Pedro y de San Ildefonso, la Iglesia de San Isidoro, la iglesia de La Magdalena que mira al convento de las Franciscanas Descalzas del Corpus Christi, la iglesia de San Cipriano, Santa Lucía, Santa María la Nueva y las situadas en las pueblas medievales o burgos: la iglesia de La Horta, Santo Tomé, la iglesia de San Vicente, la iglesia de Santiago el Burgo y la iglesia de San Juan de Puerta Nueva completan la extensa relación de edificios monumentales religiosos de Zamora.
Hay censadas un total de 24 iglesias románicas, desde el s. XI al s. XIII:
- Catedral románica, del s. XII.
- Castillo de cimientos prerrománicos y estructura general románica. s. X al s. XVII
- Murallas del s. XI al s. XIII.
- Palacios románicos, con restos prerrománicos.
- Puente románico del s. XII, con 250 m de longitud.
- Más de 9 casas de época románica decoradas con canecillos.
Los edificios religiosos no son los únicos de interés que hay en Zamora. El antiguo Ayuntamiento, la casa-palacio de los Condes de Alba y Aliste (actualmente Parador Nacional de Turismo), el castillo, las murallas de época de Alfonso III de Asturias y Fernando I de León, el antiguo hospital y el espléndido puente sobre el río Duero construido en el siglo XII y que tiene 16 arcos, además de una importante lista de edificios modernistas.