
El pleno se decantó por la propuesta del grupo de empresas formado por Hera, Fomento de Construcciones y Contratas y Urbaser, y desestimó una opción de la unión de empresas Cepsa-Ferrovial.
El nuevo equipamiento supondrá una inversión de 75 millones de euros y su puesta en marcha será efectiva en un plazo de 30 meses. Gestionará los residuos municipales que no pueden someterse a la recogida selectiva y también la materia orgánica, como restos de comida y fracción vegetal. Podrá tratar hasta 245.000 toneladas al año.
El proceso que se seguirá en sus instalaciones evitará los malos olores y la producción de restos líquidos (lixiviados).Los ayuntamientos pagarán 60 euros por tonelada tratada en la planta.