
La pobreza tiene más dimensiones. Miles de millones de personas sufren inseguridad, injusticia e indignidad. Según la FAO, cuando acabe el año, 1.020 millones de personas sufrirán hambre, la cifra más elevada desde 1970. El FMI y el Banco Mundial han advertido que hasta 2010, unos 90 millones de personas podrían caer en la pobreza debido a la crisis.
Además, 1.000 millones de personas viven en asentamientos precarios, cada minuto una mujer muere a consecuencia de complicaciones derivadas del embarazo, 1.300 millones no tienen acceso a asistencia médica básica, 2.500 millones no tienen acceso a servicios sanitarios adecuados y 20.000 niños y niñas mueren cada día a consecuencia de ello.
La pobreza no es únicamente la falta de ingresos, sino la privación del acceso a los derechos necesarios para disfrutar de un nivel de vida adecuado. Se traduce en escasez de comida, empleo, agua contaminada, tierra y vivienda, pero también en privación, discriminación y aumento de la desigualdad, falta de participación la xenofobia y el racismo, la violencia y la represión en todo el mundo.