
En cuanto a las elecciones europeas, todos los indicadores señalan un estancamiento del PSC y un PP que mejora posiciones, hasta el punto que en la encuesta del Periódico de Catalunya, en la pregunta sobre preferencias políticas al margen, quien ganaría las elecciones, consigue alcanzar unas expectativas de voto del 7,5 por ciento.

A la tradicional indiferencia de la población sobre este tipo de elección, con mucha más importancia de lo que parece, se suma en el caso del PSC, que las considera de trámite; aquí en Catalunya las importantes son las autonómicas y las municipales, por eso el reciente mitin de Felipe González y Montilla, con asistencia bastante escasa, es mas en clave de refuerzo al gobierno comarcal del PSC y el alcalde de Terrassa, -bastante deteriorado por la continua critica de la oposición y su gestión al frente del partido- que de campaña electoral.
Números cantan y una valoración de asistencia generosa en las instalaciones del Bonaire de Terrassa, puede llegar a 1500 personas, que no son nada frente al cartel que lucia en la tarde, y el número de poblaciones movilizadas, -solo Terrassa cuenta con más de 200.000 personas-. En Viladecavalls hay exactamente 7 carteles del PSC, algunos en un estado deprimente, otros con riesgo para los transeúntes, que demuestran el poco rigor de la gente de Terrassa, que engancha carteles en Viladecavalls.